Cifras (I) Redistribución de la riqueza
Alemania va mal….el
Estado se ahoga en deudas….los obreros
ganan demasiado, la industria no es competitiva….La
letanía de todos los días….
Curiosamente Alemania es campeona del mundo
en exportaciones, los beneficios de las
grandes empresas se disparan, el patrimonio
de los adinerados se infla a ojos vista
y tributan cada vez menos al estado. Qué
paradoja, ¿nos será que los
que ya tienen mucho quieren quedarse con
aún más pastel? ¿no
será un ajuste de cuentas con esos
trabajadores que consiguieron ventajas sociales
hace décadas?
Los ricos más
ricos y los pobres más pobres,....
también en Alemania. Las estadísticas
oficiales confirman que entre 1993 y 2003
el patrimonio de la cuarta parte de los
hogares germanooccidentales considerados
pobres se ha reducido en un 50 por ciento.
Al mismo tiempo, el patrimonio de la cuarta
parte más acomodada de la sociedad
ha crecido un 25 por ciento (parte de la
agencia AP 11.08.04). Participaciones en
bolsa, seguros de vida, cuentas de ahorro,
etc., todos esos recursos para reproducir
el dinero, por "accesibles" que
parezcan a algunos, no existen, por supuesto,
en el vocabulario de las rentas bajas. Los
que poseen capital pueden además
multiplicarlo. Y, como Alemania va mal y
los ricos no paran de llorar, el gobierno
de socialdemócratas y verdes acordó
la entrada en vigor a partir del uno de
enero de 2005 de la siguiente fase de la
reforma tributaria. En esencia (contante
y sonante) la reforma del IRPF permite a
todos los ciudadanos quedarse con uno euros
más en el bolsillo: a las rentas
más bajas se les reduce el tipo imponible
mínimo del 16 al 15 %, lo que permite
disponer de unos pocos cientos de euros
extra (para el dentista, jubilación
privada, etc), mientras, a las personas
de mayores ingresos se les baja el tipo
máximo del 45 al 42 % (a un ciudadano
que ingrese un millón de euros al
mes, el estado alemán le regala 30.000
euros). 30.000 euros, por ejemplo, es la
suma resultante de reducir a 30 desempleados
el subsidio en 80 euros al mes. Suena a
populismo aritmético pero en realidad
estamos ante una broma de mal gusto: el
gobierno roji.verde justifica la reducción
del impuesto sobre la renta en la necesidad
de dejar más dinero en manos de los
hogares y así incentivar el consumo
y, por ende, relanzar el crecimiento económico.
Curiosamente, a los desempleados se les
recortan las ya de por sí ajustadas
prestaciones; su dinero no vale para reactivar
la economía, sólo el dinero
que se regala a personas que, de cualquier
forma, ya disponen de elevado poder adquisitivo.
Luis M. Rivas. Diciembre
2004