AGUAVIVA, LA VIDA EN TRES MALETAS
 
 


Por Luis Fayad *

El aumento y las condiciones de la emigración latinoamericana a España, que tantos debates ha provocado entre las autoridades del país anfitrión, son el tema del documental La vida en tres maletas filmado por la argentina Verónica Marchiaro y el colombiano Mario Burbano. Las imágenes muestran el pueblo de Aguaviva de la provincia de Teruel y en sus cuarenta minutos aparecen los paisajes y los personajes, que son sus antiguos y sus nuevos habitantes y un alcalde optimista. El conjunto de las declaraciones nos habla de una iniciativa con miras a crear nuevas formas de integración. Las autoridades han aceptado como trabajadores a un número determinado de solicitantes, cuya presencia ha cambiado el modo de vida del pueblo. En el proyecto, o experimento por lo reciente, toman parte las parejas solas o con hijos y otros jóvenes que vienen de afuera, las mujeres y hombres del pueblo, todos mayores porque los jóvenes se han marchado a populosos centros urbanos para continuar sus estudios y buscar mejores empleos, y el alcalde que reconcilia las partes. Los nuevos pobladores de Aguaviva son argentinos en su mayoría, chilenos y, como novedad, rumanos. En los comienzos no se ve conformidad por parte de los latinoamericanos en su nueva casa. La mensualidad en los trabajos de construcción y similares no les parece un gran estímulo, el entorno les resulta solitario, el hombre consigue empleo pero la mujer no y una parte de los anfitriones no les oculta su hosquedad. Los rumanos no tienen mayores quejas y, a no ser por la nostalgia, no se muestran desadaptados.En el pueblo no se ven niños aparte de los hijos de los inmigrantes. Las mujeres anfitrionas, mayores todas, esposas de pensionados, son las más beneficiadas en el proyecto. Para ellas ya ha sido suficiente compensación sentir otra vez un poco de vida en el pueblo, recuerdan que hacía mucho no oían llantos de bebé, no veían niños por las calles ni tenían con quién hablar de temas diferentes a la despoblación y su soledad. Los hombres, con alguna excepción, jubilados y clientes asiduos del bar, rechazan la presencia de los nuevos habitantes de Aguaviva. Aseguran no haber sido consultados para someter al pueblo en este tanteo de integración, dicen que al final los invitados no han mejorado nada, que el pueblo sigue solo.Los puntos de vista del señor alcalde don Luis Bricio, alternados en el documental con los de los demás comprometidos y aventurados en el proceso, tienen el tono del análisis y de la opinión personal. Para él el resultado ha sido positivo, el trabajo se ha incrementado y su producto es tangible y las puertas de la escuela están otra vez abiertas porque hay niños que entran por ahí. Dice él, casi literal, que más tienen que ganar los antiguos habitantes que los nuevos. Atento supervisor, ha llegado a familiarizarse con el carácter de sus huéspedes. Concluye que los latinoamericanos necesitan más esfuerzo para adaptarse, el entendimiento con los otros, a pesar de hablar el mismo idioma, es más difícil que con los rumanos, quienes proceden del mismo continente, los rumanos son más dados a calcular el dinero y reservar los ahorros, los otros visitantes lo gastan como si siempre vivieran al día.Las imágenes nos dejan con la vista lejana del pueblo. Allá se quedan las mujeres mayores y el alcalde, resueltos a sacar el experimento adelante.

 

 
  * Luis Fayad es periodista y escritor colombiano radicado en Berlín, autor de las novelas "Los parientes de Ester" y "La caídas de los puntos cardinales", entre otras.