Bachata
Hacia una definición

 
 


Por Clara Román-Odio

En la República Dominicana la palabra bachata se refería originalmente a una reunión organizada informal y espontáneamente en el patio de atrás de las casas, principalmente en áreas rurales, que se acompañaba con comida, bebida y música. Hoy en día la palabra denomina un género musical centrado en la guitarra, de tema sentimental, percusión simple y lenguaje coloquial. Tanto los intérpretes de la bachata, como el público que la escucha han sido asociados con la clase baja de la sociedad dominicana o con los campesinos rurales que habían inmigrado a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida (Deborah Pacicni "Social Identity and Class in Bachata," 69-70). Considerada poco refinada y hasta vulgar por la clase burguesa dominicana, que prefería el glamor del merengue orquestrado, la bachata puede entenderse como un índice de los conflictos sociales o de las luchas de resistencia y asimilación que han tenido lugar en la sociedad dominicana.

Orígenes de la bachata

La bachata es un género relativamente nuevo que emerge en la República Dominicana alrededor de los años 60. Pertenece a una larga tradición latinoamericana de música de guitarra que incluye las rancheras mexicanas, el son cubano, la guaracha puertorriqueña y el vals colombiano. Es muy parecida al bolero, el género musical romántico más conocido y popular de Latinoamérica, aunque usualmente se interpreta a un tempo más rápido. El merengue, otro género musical muy popular en la República Dominicana, puede considerarse su contraparte principal.

Si el merengue, usualmente interpretado en los clubes urbanos de la élite, iba orientado hacia la clase burguesa representada por los barrios ricos que se asoman a la Avenida de los Mártires, la bachata pertenece al mundo de los arrabales, como el de Villa Miseria, un sector muy pobre que rodea a la ciudad de Santo Domingo, de calles de lodo, montañas de basura infectada y casas de lata y cartón (Peter Manuel, 112-113).  

Al mundo del arrabal inmigraron campesinos desposeídos, trayendo con ellos sus canciones de amargue ("songs of bitterness"), música que expresaba las frustraciones de los hombres condenados a la vida del arrabal. Esta música, así como la salsa, el merengue, las rancheras y el son, se escuchaba en los colmados y bares, un espacio social clave para el intercambio de mercancía, cultura e información, el cual frecuentaban hombres, mujeres y niños varias veces al día. Inmersos en este contexto socio-económico dichos géneros musicales confluyen para dar origen a la bachata.

La década de formación (1960)

Como típicamente ocurre bajo un régimen dictatorial, la producción musical en la República Dominicana se vio fuertemente influida por la dictadura de Rafael Trujillo, quien gobernó el país de 1930 a 1961. Trujillo fomentó la producción del merengue, convirtiéndolo en un símbolo de identidad nacional, mientras otros géneros menores permanecieron localizados en las áreas rurales (Manuel 100-103). La hegemonía del merengue se explica en cierta medida por el hecho de que el hermano de Trujillo, José Arismendi (Petán), tomó control de la trasmisión radial por casi dos décadas al fundar en 1942 la estación de radio más poderosa del país, La voz dominicana. Naturalmente durante este periodo la producción musical fue limitada comercial e ideológicamente, pues para que los músicos pudieran tener éxito tenían que componer canciones que glorificaran el régimen dictatorial. Después del asesinato de Trujillo en 1961, sigue una época de turbulencia política que incluye la Revolución de los años 60 (con la ocupación de la Marina de Estados Unidos) y los siguientes 12 años de lucha contra el gobierno de Joaquín Balaguer (Pacini 73). Durante este periodo, el país experimenta un crecimiento económico e industrial acelerado que cambia los patrones demográficos. Como resultado los campesinos, que habían perdido sus tierras bajo la dictadura de Trujillo, inmigran a la ciudad, creándose con ello los arrabales de donde emerge la bachata. La década de los 60 se considera la época de formación de la bachata pues durante estos años emergen sus representates principales y se establecen las características del género: lírica sobre el conflicto romántico, tono amargo, conjunto centrado en la guitarra y música asociada con la clase pobre dominicana (Pacini 76).

Los años de consolidación (1970-1980):

Bajo la dictadura de Joaquín Balaguer

El gobierno de Joaquín Balaguer, en el poder de 1966 a 1978, ignoró el mundo del arrabal dándole preferencia a proyectos como el Monumento del Faro de Colón, con un costo de $250.000.000 (Manuel 112-113). Aunque el descontento social fue controlado con técnicas de represión severa, el activismo político de la época se reflejó en la música popular, particularmente en el género de la nueva canción que tuvo un movimiento paralelo formado por intelectuales urbanos en otros países de Latinoamérica. Los bachateros, por su parte, ignoraron la turbulencia política de la época, continuando el patrón del bolero romántico en cuanto a tema e instrumentación. Así pues, la bachata vino a asociarse con la estrata social rural o pobre; signo de ignorancia, atraso y vulgaridad; una imagen incompatible con la nueva imagen de una nación "moderna" que promovió el gobierno de Balaguer.

Contracultura e identidad en la bachata

La posición social de la bachata, todavía marginada por la industria musical principal del país, refleja simbólicamente la falta de aceptación social de la clase que la produce. Este rechazo puede deberse al hecho que el mundo que refleja esta música no aspira a la superación de un estilo de vida marginado económica y socialmente. Por el contrario, la bachata refleja una realidad cruda y difícil, que aquéllos que la escuchan aceptan como inevitable. Por otra parte, como sugiere Deborah Pacini, dicha aceptación puede entenderse como una forma de resistencia ante los valores que busca imponer la cultura dominante: "The very directness of bachata song, I would suggest poses a deliberate challenge to the values of a society that consistently excludes its practitioners and patrons (87). Así pues, la bachata puede considerarse como una expresión de contracultura, de aquéllos que resisten o abiertamente rechazan la cultura dominante.

Música y Baile

Los conjuntos de bachata consisten típicamente de dos guitarras, el bongó, las maracas y la marimba dominicana. La música es predominantemente romántica, muy parecida al bolero, aunque influenciada por el merengue ha incorporado un ritmo más rápido utilizando la güira (otra versión del güiro puertorriqueño pero de metal), la tambora y las maracas para la percusión. Se ha dicho que si el merengue es la música de los pies y las caderas, la bachata es la música del alma del campesino, lastimada por el círculo amargo de la pobreza, del Cibao rural al arrabal urbano.

Nota publicada en www.denison.edu