Por:
Gaby Weber
Nota publicada en argenpress.info
Las Abuelas de Plaza de
Mayo estiman que fueron quinientos los bebés
nacidos en cautiverio durante la dictadura militar
(1976 - 1983. De los quinientos, se ha documentado
la mitad. Unos ochenta de ellos han sido recuperados,
ya sea a través de una investigación
o por presentación voluntaria. Los familiares
biológicos siguen buscando al resto.
La cantidad de secuestros de niños junto a
sus madres y de mujeres embarazadas, el funcionamiento
de maternidades clandestinas, las declaraciones de
los mismos militares y la existencia de listas de
familias 'en espera' de un nacimiento en esos centros
clandestinos para apropiarse del bebé, demuestran
la existencia de un plan sistemático de robo
de criaturas, consideradas como 'botín de guerra'.De
acuerdo a la lógica capitalista, al comprobar
la existencia de demanda por un determinado producto,
surgirá un empresario que se hará cargo
de satisfacerla. Y en su afán por aumentar
la productividad, en el caso que nos ocupa, deberá
evitar que los militares, en su urgencia por obtener
información de la detenida, dañe o ponga
en peligro la valiosa mercancía. Lo que sucedió
en por lo menos nueve casos: mataron niños
en ocasión de secuestros violentos y asesinaron
bebés en gestación en el vientre materno
durante la tortura. Eran inocentes -a pesar de ser
cría de subversivos-, manifestaron indignados
los curas que frecuentaban los centros de tortura.
Y desde el punto de vista mercantil se lo definió
como un desperdicio.
El Ejército Argentino instaló
un lugar de atención para parturientas en el
Hospital Militar de Campo de Mayo -su mayor centro
de torturas-. A las presas embarazadas les eran inducidos
los partos, para luego someterlas a torturas e interrogatorios.
Muchas de ellas fueron asesinadas y probablemente
arrojadas desde aviones al Río de la Plata.
Sus bebés fueron entregados a militares o a
personas de su confianza e inscriptos como hijos propios
en el Registro Civil.
El Hospital Militar no fue previsto
para atender partos de mujeres presas. La presencia
de 'una mujer vigilada por un soldado armado, en la
sala general, alteraba el orden normal de la sala'
-recuerda un médico militar que prestaba servicios
en Campo de Mayo en 1977-. Fue necesario apartarlas
de las otras pacientes e instalarlas en el sector
de Epidemiología, donde las hacían parir
con los ojos vendados y las manos atadas. Las condiciones
técnicas en ese sector de Campo de Mayo eran
improvisadas, al menos al principio.
En el Juicio por la Verdad incoado en
La Plata, el ex director de Asuntos Jurídicos
de Mercedes Benz Argentina, Rubén Pablo Cueva,
admitió que la Empresa donó 'un aparato
para neonatología' al hospital de Campo de
Mayo. Esta declaración fue filmada para mi
documental 'Milagros no hay', el cual que fue exhibido
el 25 de marzo de 2004 por el Canal 7 de la Televisión
Nacional Argentina. Fue visto por casi todo el país.
Pero quienes mayor atención le prestan son
los empleados de Mercedes Benz, ya transformada en
DaimlerChrysler. Para ellos, todo empieza a hacerse
comprensible. Su colega, Diego Christian Tasselkraut
- hijo de Juan Ronaldo, es morocho, un improbable
'cabecita negra' europeo. Su supuesto padre, es de
cutis muy blanco. A partir de ese día, los
compañeros de trabajo comienzan a bromear con
Diego Christian, aludiendo al misterio sobre sus padres
biológicos. ¿Serían subversivos?
¿En la Avenida del Libertador 2424 trabaja
un 'botín de guerra'?
Su padre 'adoptivo' - Juan Ronaldo Tasselkraut
- es de origen judío. Hizo una carrera poco
común en Mercedes Benz Argentina (MBA), hoy
DaimlerChrysler Argentina - una empresa fundada en
el 1951 con el oro nazi. Fue William Mosetti -soldado
norteamericano en la Segunda Guerra Mundial y a partir
de 1960 director general de MBA- quien dispuso su
contratación, así como la de otras personas
que habían perdido a familiares en el Holocausto.
Mosetti, en tanto ex agente de la inteligencia norteamericana
(hasta el 1957, año en que empezó a
lavar el dinero nazi en Argentina), debió saber
que casi todos los integrantes de la familia Tasselkraut,
que quedaron en Europa, fueron asesinados en los campos
de concentración o mientras realizaban trabajos
forzados.
Juan Ronaldo Tasselkraut nació
el 5 de abril de 1941 en Buenos Aires. Su familia
vivía en condiciones humildes, pero su ingreso
a MBA le abrió un camino prometedor al joven
técnico. En 1975, la empresa le asigna el cargo
de gerente de Producción en la fábrica
de González Catán. Los obreros describen
al 'Moco Verde' -tal era su apodo- como muy autoritario
y hombre de confianza del Ejército. En sus
frecuentes visitas a la fábrica, los militares
se dirigían directamente a la oficina de Tasselkraut.
Después del golpe militar, Tasselkraut entregó
el obrero Héctor Ratto a los policías
quienes lo llevaron a Campo de Mayo. Ratto quedó
preso durante un año y medio. El fue testigo
como Tasselkraut dió la dirección del
colega Diego Núñez a las fuerzas de
represión, y esa misma noche Núñez
fue secuestrado y torturado en Campo de Mayo. Sigue
desaparecido.
A su vez, Tasselkraut tenía en
González Catán a un hombre de confianza:
el jefe de Seguridad, Rubén Lavallén,
ex comisario de la Brigada de Investigaciones en San
Justo, secuestrador y torturador de los obreros rebeldes
de MBA. En mayo de 1978, una pareja secuestrada en
Uruguay, Mónica Sofía Grinspon y Claudio
Ernesto Logares, fueron conducidos a la Brigada de
Investigaciones de San Justo. Allí fueron vistos
por última vez con vida. Con ellos estaba su
hija Paula de veintidós meses de edad, también
secuestrada.
Lavallén, quien no puede tener
hijos, se apropió de la niña y la inscribió
como hija suya, recién nacida, a pesar de que
Paula ya tenía casi dos años. La partida
de nacimiento fue firmada por el médico policial
Jorge Vidal, colega en la Brigada de Investigaciones
de San Justo, con fecha 25 de julio de 1978.
Durante la dictadura, la abuela de Paula,
Elsa Pavón, no pudo averiguar dónde
se hallaban su hija Mónica y su yerno Claudio:
ellos siguen desaparecidos hasta el día de
hoy. Procurando desesperada localizar a su nieta,
se unió a otras mujeres que padecían
el mismo calvario: fundaron la 'Asociación
Abuelas de Plaza de Mayo'. Después de la retirada
de los militares a los cuarteles en 1983, Elsa Pavón
formaliza una denuncia contra Lavallén, iniciando
la primera causa por robo de menores. Desde 1978 Lavallén
ya no trabajaba en la Policía sino en Mercedes
Benz. Un test genético (ADN) prueba que Lavallén
no es el padre biológico de Paula, sino que
es hija de Mónica Sofía Grinspon y Claudio
Logares. A partir de entonces vive con su abuela.
El represor es procesado por sustracción y
apropiación de una menor y condenado a cuatro
años de prisión, de los cuales cumplió
dos.
Los asesinatos de los padres de Paula
Logares siguen impunes, como miles de crímenes
contra opositores durante la dictadura militar. La
ley de Punto Final de 1986 establece un plazo de prescripción
para la acción penal, y la ley de Obediencia
Debida de 1987 limita a los altos mandos el juzgamiento
por violaciones de los derechos humanos. Pero se excluye
de dichas leyes el delito cometido por sustitución
de estado civil, sustracción y ocultamiento
de identidad, razón por la cual, las causas
penales que se instruyen por un menor desaparecido
no son afectadas por estas leyes. Por otra parte,
este delito tiene carácter permanente, no prescribe.
En virtud de ello es posible juzgar a los comandantes
de la Junta Militar sin que medie la derogación
previa de las leyes de amnistía.
En el transcurso de 2005, la Justicia
bonaerense abrirá un juicio oral por el robo
sistemático de bebés nacidos en cautiverio
durante la dictadura. Le corresponderá investigar,
entre tantos otros casos, cómo fue que estos
tres niños entraron en la familia de los Tasselkraut.
Los análisis de ADN serán imperativos
para descartar la coincidencia biológica y
para identificar a sus verdaderos progenitores.
La partida de nacimiento de Diego Christian
está fechada el 19 de agosto de 1974 Según
la Certificación de Nacimiento -sin fecha-
llega al mundo en el Sanatorio Metropolitano. En el
formulario del Sanatorio figura la dirección
nueva del mismo: Alsina 2184. Pero la dirección
está tachada y en forma manuscrita se sobrescribe:
Lavalle 1970. En esa dirección del sanatorio
había nacido Karina, la hermana mayor de Diego
Christian. El Sanatorio Metropolitano se mudó
a la calle Alsina en 1975 y más tarde cerró
sus puertas. Obviamente, alguien quiso simular que
Diego Christian nació en el mismo lugar que
su hermana. Pero en 1974, año de nacimiento
de Diego Christian, el Sanatorio ignoraba que algún
día se iba a mudar a la calle Alsina.
No existe un trámite de adopción
legal. La partida de nacimiento de Diego Christian
está firmada por Nélida Valaris. Ella
trabajó en el Hospital Militar de Campo de
Mayo atendió partos de presas. Dice a mí
que sólo cumplía órdenes, ya
que al no tener rango militar, no podía saber
qué pasaba posteriormente con sus pacientes
que dieron a luz con los ojos vendados en el Cuartel.
Se comentaba entre el personal que algunas mujeres-presas
'se hicieron embarazar para pasarla mejor y para sobrevivir'.
Le muestro el certificado de nacimiento de Diego Christian
Tasselkraut. No recuerda el parto, ni el nombre, ni
nada. Dice que no es su firma y que el documento contiene
graves errores como correcciones a mano y falta la
fecha.
Me pongo en contacto con Diego Christian.
Llamo a la empresa DaimlerChrysler. ¿Diego
Christian Tasselkraut? Sí, contesta. Le digo
mi nombre, él sabe quién soy. Al inicio,
está de acuerdo en encontrarse conmigo, pero
a las dos horas me llama y cancela el encuentro. ¿No
querés recibir informaciones sobre tu adopción?
'No', dice, 'todo lo que tengo que saber, ya lo sé'.
Un test genético puede definir
su origen biológico. Si se niega a realizarlo,
sea para proteger a su padre 'adoptivo', sea para
cubrir la responsabilidad de su empleador, la DaimlerChrysler,
será la Justicia la encargada de la indagación.
El hermano de Juan Ronaldo, Alejandro
Tomás Tasselkraut, ya es investigado: también
tiene dos hijos adoptados que no figuran en el libro
de adopciones. Las parteras que figuran en las partidas
están involucradas en otras causas de hijos
de detenidos-desaparecidos. Una, Rosa Petitto, fallecida,
se apropió de un menor y lo inscribió
como hijo de ella -causa Iván Axel Ajler. Un
ADN probó que Iván Axel no era su hijo,
como consta en la partida firmada por la partera Angela
Cuppari, sobrina de Petitto. Cuppari es la partera
que firmó la otra partida. Lee el documento
y alega que nunca atendió ese parto.
También deberá aclararse
la actuación de la Embajada de la República
Federal de Alemania en Buenos Aires. Los hijos de
Juan Ronaldo Tasselkraut tienen la ciudadanía
alemana. ¿Cómo la consiguieron? ¿Los
funcionarios de la Embajada tomaron todas las precauciones
necesarias? Personalmente solicité al cónsul
alemán la información sobre si los hijos
de Alejandro Tomás tienen también la
ciudadanía alemana. Se negó a contestar
'por las leyes de habeas data', para proteger la privacidad
de los Tasselkraut.
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